
Tras una muy mala racha y experiencias con la que hasta el momento había sido la última producción de la saga, tomé la decisión de marcar otro tempo a la hora de disfrutar de Skeleton Crew. Y fue la mejor decisión que pude haber tomado.
Para mí, Skeleton no era una serie que a priori fuese de mi interés. De hecho, hay que ser justos con ella. Era la gran tapada de las series desde el momento en que se anunció. El fandom es el que es y por mucho que nos digan que la saga siempre ha sido para niños, son los adultos quienes están pendientes constantemente de ella, quienes la “miman”, quienes la sostienen. Y siendo literalmente niños quienes la protagonizan sumado a una trama completamente nueva que no bebía de la nostalgia, desde luego la expectación iba a estar por los suelos.
Y es en parte lo que me pasó a mí, aunque en mi caso, los derroteros iban más porque este tipo de proyectos no me llaman la atención y los pocos que he visto de corte similar, me hicieron sentir indiferente. Sin embargo, Skeleton Crew militaba bajo la sombra de Star Wars y como tal, no me quedaba otra que verlo. Puede sonar extraño dicho de este modo, pero es lo que mejor refleja el sentir de muchos y muchas. Yo el primero.
Y menos mal que la vi. Y no solo eso. Menos mal que la vi del tirón, porque esta serie -Y estoy seguro de que muchas otras también- de la mejor manera que puede disfrutarse, es viéndola de una. Te sientas en tu sala, coges las palomitas y viajas. Viajas a mundos lejanos, a otros días, a tu infancia. Porque para mí, Skeleton Crew va precisamente de eso, de un viaje, de aventuras, de las mismas batallitas que imaginábamos nosotros jugando con nuestras figuras de acción cuando apenas éramos capaces de atarnos los cordones de las zapatillas y veníamos a casa con agujeros en los pantalones.
Haber visto “Skeleton” de una sentada, han sido todo ventajas desde el punto de vista del disfrute y a su vez, ha servido como un remanso de paz que hace tiempo llevaba buscando Star Wars. Evidentemente yo también me he perdido cosas por el camino; Charlas, debates, la emoción de la semana, sin embargo, no os voy a engañar, no lo cambio por nada. La mochila de la que me he desecho, aunque tenga cosas buenas, tiene también muchas cosas negativas que te impiden disfrutar de un producto de estas características como se merece. Las expectativas, desmigar la serie grano a grano, revisar cada plano con lupa, son sin duda cosas que merman la experiencia.
Así que bueno... ¿Qué os puedo decir? Disfruté. Disfruté bastante. Sigue sin ser mi tipo de producto, sin embargo, como repasaba en lineas anteriores, yo por unos instantes, volví a ser un niño. Esta serie va directa a la nostalgia, a los fans más mayores a la vez que es del todo un disfrute para los más pequeños de la saga. Nunca ha buscado hacer alardes de nada. No ha pecado en ningún momento de intentar ser algo que no es y joder... Que bonito se ve todo.
No sé que será de estos peques en el futuro, ni del título “Skeleton Crew”, pero si de mi dependiese, dejaría este tesoro como está. No lo ocultaría del mundo como se ocultó At Attin, sin embargo es una serie perfecta tal y como es. No obstante, me alegraré muchísimo de ver a cualquier de sus personajes de nuevo en pantalla, sea ahora o dentro de una década.
Para terminar, me gustaría dar las gracias por este producto. Ha sido un faro que a disipado gran parte de la oscuridad que nos estaba consumiendo. Estábamos perdidos, al igual que Wim, KB, Neel y Fern. Incluso Jod y Sm-33! Pero hemos vuelto a casa, victoriosos y en nuestras manos está defender nuestro hogar, nuestra saga.








No hay comentarios:
Publicar un comentario